domingo, 25 de noviembre de 2007


Querer algo con tanta fuerza y fe, que en el milagroso momento en el que ya no esperas nada, se cumple el impetuoso deseo por el cual derrochamos lagrimas que jamas serán vistas por el corazón. Y aquel sentimiento de frustración se transforma en alegria y sonrizas vergonzosas delante del espejo.Y en ese momento llega aquella persona, iluminada por el último rayito de luz que le ha quedado a este día lluvioso. Y con un par de palabras hace que las mias no las haye y enmudesca ante su humilde presencia. Ya se fueron los objetos, ya no existe el dia, nisiquiera mojado, ni siquiera vivo. Solo quedamos tu y yo. Y en ese momento de silencio aprobecho para decirte cuando quiero quererte, cuanto desearia tenerte, y cuanto tiempo queda para que vivamos similarmente juntos. Tantas horas sin pestañar, pensando en que si lo haría desapareceria esta maravillosa visión.Y derepente me duermo, y como si nada te pierdo, quiero despertar pero no puedo, ese sueño que sueño es tan real, pero me veo durmiendo.Me levanto como todos los dias, miro a traves de la ventana, salió el sol, todavía crecen las flores del jardín. Me doy vuelta y me acerco a mi cama decepcionada, porque lo que había deseado tanto, nunca había pasado. Y entonces veo en un rincón una rosa con sus petalos recien nacidos, esperando vivir; y al lado, una carta: "Vive de manera que tu corazón esté rosado hasta la eternidad, y tu sonriza envuelta en papel celofan".

1 comentario:

Pino dijo...

Y... mira, todo tiene su ilusion, todo se refleja en la vida. Si uno espera sentado , no va a encontrar nada. Si uno sale a buscarlo, puede que lo encuentre, pero puede que uno busque por el lado equivocado.
Siempre hay una esperanza, siempre hay una oportunidad, en cualquier sentido.
Lo unico que nos queda, en vez de buscar, es esperar, sentado o no, pero en fin esperar con la debida paciencia.
te quiero muchoo (volviste taradaaa) pino...