martes, 26 de agosto de 2008

Antes/Ahora


Antes pasaba el tiempo sin pensarlo. Aprovechaba los momentos sin sentir que tenia que aprovecharlo. Ahora miro el reloj y me impaciento al saber que no siempre estoy viviendo al 100%.

Antes lloraba por pavadas, pero me animaba rápidamente al pensar que tenia toda una vida por delante, y que si algo andaba mal, el tiempo lo iba a curar. Ahora no lloro casi nunca, y presto mas atención para no perder lo que se me presenta delante de los ojos. Y aunque sigo pensando que el tiempo lo cura todo, tengo la leve duda que hace falta mas que eso.

Antes planeaba viajes, planeaba estudios, planeaba trabajos. Tenia metas, proyectos, sueños. Ahora llego el momento de realizarlos. Y siento miedo de, teniendo todas las herramientas, no saber cómo utilizarlas.

Antes no solía preocuparme por mucho. Me divertía a mi manera y sin demasiadas responsabilidades. Ahora me da cargo mucha veces al divertirme, y no poder devolver todo aquello que se me fue dado.

Antes veía todo muy grande, infinito, interminable. No tenia conciencia del tiempo. Ahora descubrí que nada es tan duradero ni tan lejano. Que las cosas que no hago, las pierdo. Y que el tiempo no vuelve y pasa demasiado rápido como para gastar pólvora en chimangos.

Antes actuaba sin pensar, no sentía miedo a lo que podía provocar. Ahora pienso diez veces antes de actuar.

Pero a pesar de que suena desalentador, lo positivo es que "ahora" es un "antes" para el futuro. La vida es un constante crecimiento y todo el tiempo se aprenden cosas nuevas, a través de las experiencias y vivencias.

El tiempo es siempre el mismo, los que cambiamos somos nosotros, y está en cada uno vivir jugando, que no es igual que jugar a vivir...

martes, 22 de julio de 2008

¡Jaque Mate!


Como en un juego de ajedrez, va pasando la vida, y cada uno de los seres de esta tierra se asemeja a las funciones de las piezas. Algunos son peones, cuyo andar es lento, van paso a paso y añoran llegar hasta la otra línea, y cuando lo hacen pueden cambiar de personalidad por la que ellos quieran: algunos pretenden ser reinas, otros alfiles, pero el peón nunca cambia por peón, no es una buena jugada, estos son los primeros y más fáciles de derrotar. En la vida son gente humilde, trabajadores, que sueñan con un mundo mejor.

Luego están los caballos, que parece que van para adelante, pero justo al llegar al enemigo, dan un paso al costado, estos no se involucran mucho en los problemas y rara vez triunfan en la partida, solo ganan con la ayuda de otros jugadores. Son gente que aparentan ser mucho, pero su esencia es superficial.

Los alfiles, mis preferidos, son sigilosos, misteriosos, se camuflan entre la gente, pero cuando menos lo esperas aparecen para tomar revancha. No irán para adelante, pero pueden adelantarse en diagonal y volver atrás cuando ellos quieran. El jugador esta tan preocupado por comer a la reina, que no se percata de ellos, y ahí es cuando accionan. Si el jugador se desconcentra, son capaces de hacer jaque, y hasta desde lejos. Tienen un perfil bajo, pero no por eso dejan de ser eficientes y bien utilizados.

Escondidas, a veces inservibles, aparecen las torres, que no se les presta mucha atención, y no son bien utilizadas. Ellas pueden adelantarse hasta la otra punta del tablero, como así volver al instante. Pero dominan los ejes verticales y horizontales, hay que tener cuidado, pueden parecer a la distancia y impedir el movimiento del rey en una situación limite.

Y solo quedan dos personalidades, la reina y el rey. Se podría decir que son fundamentales, sobre todo el rey, que hay que presionarlo y presionarlo para derrotarlo, y cuando no tiene más escapatoria, hemos ganado el juego. En nuestra sociedad, el juego de ajedrez bien nos representa, el rey es incomible, y aun cuando se gana, el rey nunca se baja del tablero.
Mientras tanto, la reina se puede mover a su gusto, maneja el tablero, protege a su rey, invade a quienes no la apoyan, y es a la primera que todos quieren comer. Ella intenta el jaque en cada jugada, y si es “comida” se sufre más que cuando perdemos el juego. La reina es una pieza de poder, mientras el rey se queda en casa, la reina sale a conseguir el pan.

Como en un juego de ajedrez, en la vida cada uno es una ficha, con su personalidad, cada ser intenta ganar, derrotar al adversario, llegar al otro lado (que puede significar realizar una meta), y salir victorioso, conteniendo la mayor cantidad de jugadores a su favor.

Un jugador inteligente, generoso, humilde, que va para adelante, que arriesga en el momento preciso, que sabe defenderse y anticipar los movimientos del contrario, es quien llegara a cumplir su misión, cantando…
¡jaque mate!

martes, 10 de junio de 2008

Es raro..



Ayer a la noche, después de tomarme un té de cedrón para dormir (que mas bien resultó para despabilarme), me puse a pensar en las cosas raras. Tales como las cámaras de fotos: ¿alguien sabe cómo es que con solo apretar un botón, después te aparece un retrato de lo vivido en un papel? Si, debe tener su ciencia, pero a simple vista ¿no es raro?

O la gente que se viste de un color solo para abordar su estilo, o para decir que pertenece a un grupo. Y si un día esa persona que solo usaba ropa con flores verdes, círculos y rayas, decide ponerse un buzo negro, ¿significa que no tiene personalidad? ¿que es indefinido? Es raro que para demostrar que sos de una forma o pensás de una manera tengas que vestir con tal ropa.

Es raro que si los demás hacen los que les digo que hagan, me sienta satisfecha, pero en otras ocasiones, incompleta. A veces uno necesita que el otro les ponga limites, pero cuando nosotros mismos los sabemos, ¿entonces hacemos mas caso a lo que dicen los demás que a lo que nosotros pensamos?

También resulta raro cuando te empieza a gustar tu amigo, que conoces hace mucho tiempo. Extraño es que te empiece a atraer ahora, que notes ese amor después de tanto tiempo de amistad. ¿Eso quiere decir que hubo un sentimiento oculto durante todo ese tiempo?

Es raro que la música que amabas porque te hacía acordar a la persona con quien estabas, ahora la odies y no puedas ni escucharla. como si ella fuese la que te hizo algo. Es raro como pueden influir las pequeñas cosas en los grandes sentimientos.

O cuando sos chico y querés ya ser grande, y al alcanzar la edad deseada, no querés crecer mas, de echo, querés volver a ser chico. Como cuando deseamos algo con mucha fuerza, y cuando lo tenemos pierde el valor inicial. Es raro que eso que tanto querías, cuando se haga realidad ya no lo quieras. Eso puede significar, que no era tan importante en verdad, o que solo te guste llegar a cumplir los objetivos que te propones. Pero es raro.

Es bastante raro querer tanto a alguien aún sin verlo por meses o hasta años, pero seguir manteniendo el mismo sentimiento que la última vez que hubo un encuentro.
Raro es que tengamos tanto pudor de nuestro cuerpo, cuando, sin pensarlo, al nacer, ya nos vieron desnudos y tal cual somos.

Son raros los días de lluvia, los fuegos artificiales, las burbujas, los efectos que provoca un perfume o el chocolate, el cambio repentino de amor a odio y viceversa. Es raro como se comunican los perros. Es raro como, cuando dormimos, proyectamos en nuestros sueños los pensamientos reprimidos.

Y definitivamente es raro que el mismo té que siempre me hace dormir, hoy me deje tan despabilada.

martes, 13 de mayo de 2008



Aparezco en una casa conocida, era la casa de mi amiga, mi segundo hogar. Sin embargo había algo extraño, el aire estaba tan calmo, se olía una situación problematica, pero todavía no averiguaba qué pasaba.

Me siento en la silla, esperando a que el agua se hierba, para luego agregarle agua fría (nunca puedo controlar el tiempo justo del agua para el mate), mis amigas están charlando en la cocina, contando con gracia la anécdota del otro día. Cuando de repente se escucha un ruido, algo estaba pasando afuera. Y antes de que me pueda parar a investigar, se abre de un portaso la puerta de entrada, que estaba cerrada con llave. Un hombre cuya silueta era el triple de la mía se acercaba hacia mi con la intención de matarme. Es normal que me atormente el miedo y quede petrificada sin siquiera pestañar, pero estaba vez no sucedió así: grite tanto que el sujeto desconocido se tuvo que tapar los oídos, y ahí nomas agarre el cuchillo que estaba usando para untar la manteca para el pan y me acerqué lentamente hacia el. Los segundos parecían no pasar, y mis amigas parecían no darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

Una vez que me enfrento cara a cara con el intruso, logro clavarle el cuchillo en el medio del corazón, haciendo que achique su cuerpo por el dolor, e inmediatamente salgo corriendo al jardín a pedir ayuda. Pero nadie parece escucharme, ya mi voz salía afónica, sin sonido. Entonces vuelvo a la casa, sigilosamente, esperando ver al hombre muerto. Pero por el contrario, me encuentro al desconocido en la mesa, con mis amigas, comiendo carne que ellas mismas le habían preparado. El sujeto tenia todavía el cuchillo dentro suyo.

Lo único que se me ocurrió pensar al ver esa imagen, es que el las tenia amenazadas, como rehenes, y ellas no tuvieron otra opción que cocinarle. Pero la verdad es que no parecían atemorizadas, es mas, estaban bastante tranquilas y felices con su compañía. Eso fue algo extraño, como si tampoco hubiera notado mi ausencia.

Pero a pesar de mis sospechas, seguí hasta el fin de este asunto, mi objetivo era derrotar por completo al intruso.

Me acerco a la ventada y comienzo a hablar con señas con mi amiga que estaba comiendo en la mesa, pero ella no entendía lo que intentaba decir. Como de costumbre, estaba hablando sola. Cuando de pronto, el hombre nota este lenguaje, y comienza a buscar mi cara con sus ojos. Me escondo de inmediato en un cuartito del jardín, donde guardaban las bicicletas y se lavaba la ropa. El hombre seguía mis pasos. Logro entrar a la casa por otra puerta que tenia el cuartito. Doy la vuelta, buscándolo, y descubro que el asesino había cerrado con llave la otra puerta, me tenia atrapada y sin salida. El hombre se acercaba a mi lentamente, podía notar que mi tiempo se acababa.

Y ahí es cuando uno comienza a ver toda su vida en pequeñas imagenes: recordé cuando subí mi primer árbol y no quise bajarme nunca, el día de mi cumpleaños, mi primer beso, el ultimo, y hasta la ultima vez que llore. El reloj se había parado, y nadie parecía querer entrometerse a rescatarme. Ahí estaba, frente a mi muerte.

Entonces pensé en no darme por vencida, aun vencida, aun cuando me tenían acorralada, aun cuando mi enemigo sea el triple de grande y el triple de valiente. Entonces corrí hacia el con toda mi furia: la carrera parecía en cámara lenta, no podía acelerar los pies tan rápidamente. Y con toda seguridad llegue hasta el e intenté sacarle el cuchillo del corazón para luego volvérselo a clavar. Pero justo en ese momento en el que parecía tener todo claro, agarré el cuchillo y me dí cuenta de que no era verdadero, el cuchillo que pensé le había causado dolor, no era mas que un juguete, un arma de plástico.

Aterrorizada y pálida quede sola, delante de mi futuro, sin saber qué decir, sintiéndome como idiota nuevamente, y esperando a que todo pase con un suspiro.

Y ahí sucedió, sin nada que decir ni que hacer, por suerte, un segundo antes de que me mate, desperté.



*Imagen: "Constelación: Despertando al amanecer", Joan Miró.

miércoles, 30 de abril de 2008

Olvido


Camino en un puente lleno de hojas verdes. Voy directo a mi objetivo. Sin distracciones ni sobresaltos, me enfoco en una sola cosa, y comienzo mi meta. Si salto, caigo a la nada y me pierdo. Prefiero pisar tierra firme, y cuando me canse, descansar. El canto me ayuda a pasar las horas, me consuela de mi estado, aunque melancoliza mi tiempo libre.

Pensando en mi presente y mis fuerzas para continuar, hago a un lado mi soledad. Abro paso al destino que me llama a compartir un paseo. Y camino. No espero nada, solo voy en movimiento hacia el frente. Pero al menos siento mis músculos trabajar, siento mis latidos mas agudos, mi ser intentando vivir mas.

A mitad del puente me detengo a pensar: "jamas había estado en un puente, podría quedarme un rato mas"; pero es mejor continuar mi andar.
Y de pronto comienza a llover. No podía predecir tal ocurrencia, pero sucedió. Y aunque las gotas mojan mi pelo y mi rostro, parece agradarme. La lluvia motiva mis expectativas, me incita a la poesía. Ya no es un camino lento y sereno; voy corriendo con los ojos cerrados tras la meta, gritando, cantando, riendo.

A punto de llegar al final, una rama me hace resbalar. Mis pies frágiles no saben dominar mi equilibrio y caigo al piso. Pero las hojas suavizan mi aterrizaje. Pareciera estar todo planeado, como si supieran qué iba a pasar. Poco a poco me levanto mirando el cielo: ya no llueve; por el contrario, se asoma un hermoso atardecer, y no lo dejo de adorar.

Camino con seguridad pero me detengo justo a punto de llegar. Una sensación extraña me atormenta, algo común en mi persona vuelve a insistir quedarse con mi memoria. A veces uno se distrae hasta con las pequeñas cosas, y deja su objetivo a un lado. Lo importante no es mirar solo hacia el frente, sino girar la vista y volver a enfocar... Y no dejo de preguntarme ¿Para qué quería cruzar al otro lado? Y hallo muchas respuestas posibles, pero la verdad es que ya me olvidé. Va a ser mejor volver a empezar...

lunes, 7 de abril de 2008

Y sin embargo...



Ya no me miras como antes,
Ya no me secas las lágrimas,
Ya no me esperas,
Ya no me cuidas la espalda.

No me cautivas con tu mirada,
Ni me confiesas tus mentiras,
Tampoco crees en mi vida,
Ni me regalas mas estrellas.

Ya no acaricias mi pelo,
Ya no sientes lo que siento,
Ya no me entrego a tu presente,
Ni vos me regalas tu futuro.

Pero a pesar de todo esto,
Y por mas malo que parezca,
A veces siento miedo,
De quedarme sin tu aliento.

Y me obligo a ser mejor persona,
Destacando mi esencia,
Olvidando mi orgullo,
Conquistando tu sonrisa.

Porque me gusta tu presencia,
Porque necesito tu abrigo,
Porque temo estar sola,
Porque todavía te quiero conmigo.

lunes, 17 de marzo de 2008

San Patricio



Proveniente de la localidad escocesa de Killatrick, Patricio nació dentro de una familia de convicciones cristianas en el año 389. A los 16 años, unos piratas lo tomaron como prisionero y lo llevaron a Irlanda. Una vez liberado, consiguió trabajo como sirviente. Entre las tareas de cuidado de ovejas, montes y bosques, Patricio adquirió una verdadera vida interior dedicando horas a la conversación con Jesús.


Después de seis años, logró huir en un barco que se dirigía a Italia. Estuvo en varios monasterios y allí recibió una sólida instrucción religiosa hasta ordenarse sacerdote.


En el año 432 fue designado obispo de Irlanda. Su labor fue intensa. Construyó iglesias, creó nuevas comunidades cristianas, fundó diócesis, ordenó sacerdotes e impartió los sacramentos.


Patricio falleció en medio de una absoluta pobreza el 17 de marzo del año 464. A él le deben la expansión del cristianismo en aquella región.


Debido a que Patricio enseñaba los contenidos de la fe católica a personas con creencias diversas, el santo utilizó un original sistema para enseñar la idea de un solo Dios y tres Personas distintas. Tomando un trébol señaló las tres hojas que lo componen significando la unicidad de Dios y, a la vez, las tres personas que lo componen: la Santísima Trinidad era una misma cosa (un trébol) pero con tres personalidades diferentes (tres hojas).

jueves, 28 de febrero de 2008

Ni si, ni no, ni blanco ni negro..



Cuando era chica jugaba a no decir esas palabras. Mientras que el otro me provocaba insistentemente para que se produzca mi error, y finalmente pierda el juego.


De grande se torno diferente. Me hace acordar al poder de decisión que uno tiene, lo que uno quiere, y lo que hay qe hacer para obtenerlo. Este es un juego un poco mas complicado. Se trata de tomar las riendas y jugarse por algo. También se puede perder, pero en el mejor de los casos se gana, y podemos hacer ganar a los demas.


A veces no puedo decidirme por algo, quiero todo. Y al jugarme por una cosa, temo perder la otra; por lo tanto me vuelvo indezisa, llena de dudas.


Pero mientras pienso, y al no tomar ninguna opcion, tambien puedo perder.


Siempre hay que jugarse por algo, sea para bien o para mal. Por algo elegimos tal o cual cosa. Será porque es lo que queremos, o por que pensamos que es lo mejor para nosotros. Porque si no nos decidimos, es como cuando estas a mitad de camino subiendo una montaña: ¿vas a bajar y perderte de la vista que te espera arriba? ¿o subis aunque ya estes demasiado cansada? O una o la otra.. tic tac. Y se pasa la vida si nos quedamos en el medio, sin agua, sin meta, sin ilusion, sin ver los cambios que podriamos haber causado solo con decir si o no, elegir entre blanco o negro...