miércoles, 15 de agosto de 2007


Soñé que tenía amigos, que se sentaban junto a mí, todos me miraban y asentían con la cabeza. De repente me di cuenta que me escuchaban. Ellos parecían tan amables, recuerdo que solo mi voz se oía en esa habitación, pero yo no valoraba eso.
Soñé que me preguntaban qué es lo que sentía, y me hacían ver de otro color la vida. Me explicaban su interpretación de las cosas, y yo las entendía.
Soñé que me decían “pase lo que pase estaremos juntos”, y aunque me producía nervios en el estomago, yo sonreía, estaba cómoda con eso.
Un día me desperté de ese sueño, que pareció darse en el paraíso, pero luego caí al piso cuando me di cuenta que me había quedado dormida. Mis amigos no existían. Me había olvidado de su presencia, estaba sola en esta vida.
De repente escuche el viento entrar por mi ventana, y como si nunca hubiera llovido empezaron a caer las gotas sobre mi cara. La lluvia se transformó en llanto, y el llanto mojo mi sonrisa, destruyendo toda ilusión de alegría.
Entonces recordé mi pasado, a las personas que me acompañaron. Aquellas que me vieron cambiar. Que estuvieron conmigo cuando mas las necesitaba. Aquellas con las que reía, lloraba, bailaba, vivía. Y ahí me vi, sentada mirando la calle mojada, añorando esos momentos de gloria junto a mis amigos, ¡que bien me sentía cuando los tenía!
Y supe lo que debía hacer. Corrí buscando en mi interior, esa voz que tanto hablaba y que conocía desde antes de nacer, aquella que siempre me daba los mejores consejos buscando no mezclar sus sentimientos, aquella que dejaba todo por verme bien, aquella que esta lejos pero siempre la conservo dentro, esa voz que quizá no conozca tan bien pero no puede dejar de existir a mi lado, aquella que me comparte su locura y me contagia su ternura.
Y en una esquina paré mi andar, y las vi. Allí estaban todas, mis amigas, cada una con un color distinto, una mirada particular, una personalidad única, pero todas tienen algo en común: todas tienen dentro de sí, un lugar para mí, ese que yo también tengo para ellas.

Y volví a soñar como lo hacía antes, valorando los minutos a su lado, escuchando sus historias, tratando de devolverles poco a poco, todo lo que ellas hicieron y hacen por mi. Pero siempre recordando lo feo que se sentía estar sola, para no caer nuevamente en ese pozo donde las pequeñas cosas de la vida no se aprecian por acostumbrarnos a ellas.

1 comentario:

Milagros dijo...

escalisan..ya te dije, me hiciste emocioanr mucho..no se q te pasa ultimamente pero realmente sí te hace bien expresarte por este medio..lo haces muy bien y hasta lloro cuando leo! jeje q maricona diras..se q no es triste y q tienen final feliz, pero es la alegria q vos decis..de saber q te tengo, q las tengo a todas ahi, (bueno, y ustedes a mi claro), q todas guardamos un lugar para la otra pase lo q pase..
creo q es muy dificil poder llegar a decir y afirmar con toda la seguridad y la confianza plena: "SI, ella es mi amiga de verdad". parece algo muy simple, muy comun, pero hay q ser valiente para hacerse cargo de lo q significa..y saber todo lo q eso implica.
Vos sos mi amiga, me viste crecer, cambiar y seguis compartiendo infinidad de momentos. digamos q sos parte de la propia personalidad q forme. ustedes me enseñaron miles de cosas y aprendimos otras tantas juntas, q me hacen lo q soy. asi q voy a agradecerles hasta cuando no haga falta jeje..
veo q te pego la charlita del otro dia en la plaza.. cada una con su color, su mirada y su forma de ser, tan distintas pero tan parecidas a la vez..
en fin..no te voy a dejar nunca querida. voy a estar hasta q te hartes! y asi y todo, voy a seguir =) para decir cuanto te quiero, ya no tengo parametros.. no quiero ser curci..pero bueno, no puedo, tu sabes q soy sentimental, si..ademas me pones sensible con estas cosas, sonsa! jeje un beso..y segui asi mi pequeña artista!! ese señor tiene razon.. tenes la chispa!!!!
*pirezsan