Querido diario:

Perdón que hace tiempo que no te escribía. Pero es que no me ha pasado nada nuevo en esta vida. Mis días no cambiaron desde la ultima vez que nos encontramos. Te acordas que te dije que lo superaría? que sin pensar diría las cosas? que nada me importaría? Perdón nuevamente, aunque lo intenté.

Estoy otra vez con esa duda, de que si voy bien en mi camino. Pero nadie me responde, yo pregunto y solo escucho ecos. Será que solo lo pensé. A mi me pareció que lo grité. Pero no importa. Vuelvo a retroceder. Que es lo que hago bien? Y otra vez ese sonido de mis palabras contra la pared.

Ya se que no tenés la respuesta que yo busco, ya se que sos solo un pedaso de papel, pero te has transformado en una parte de mi. Esa que había abandonado. Que no quería aparecer.

Te dejo mis palabras, para que las guardes con candado. Veré si en algún lado encuentro una persona que por lo menos por un rato me distraiga de este mal trago.

Y me voy con la pregunta titilando en mi cabeza: por una vez en la vida, sabré algo con certeza?